¿Es divertido parar ante quien hace auto-stop?
¿Resulta agradable circular por calles saturadas, con el tráfico atascado?
¿Relaja, tocar la bocina sin motivo aparente?
En caso de contestar con un SI, a estas preguntas, quizá deberíamos pensar si quizá tenemos alguna propensión natural para trabajar de taxista.
Un conductor de taxi es alguien que circula por las calles de la ciudad, llevando a indefensos pasajeros desde el punto A, al punto B, por una pequeño importe. Bueno, en realidad, los pasajeros lo llaman “peaje”, porque casi nunca les gusta.
El verdadero objetivo es el dinero. Cuantos más viajes se realicen, más billetes se quedarán a vivir en el bolsillo.
Desafortunadamente, con alrededor de 22.000 € de media anual, los conductores de taxi no pueden plantearse ganar un sueldo extraordinero, pero se trata de una buena opción de trabajo para mucha gente.
También se puede tomar como una muy buena segunda opción de trabajo, como un ancla de seguridad o bote salvavidas, para el caso en que otro trabajo pueda fracasar.
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No es fácil trabajar conduciendo un taxi en Nueva York
De manera que en Nueva York, simplemente ¿uno se presenta te dan un coche amarillo con una luz verde en el techo? No exactamente.
La mayoría de los conductores de taxi en Nueva York, alquilan su coche a empresas con grandes flotas de taxis. El coste de alquiler incluye el seguro, emisora o cualquier equipo de comunicación y mantenimiento del automóvil.
Por supuesto, siempre existe el taxista emprendedor que finalmente será quien consiga su propio vehículo y se convierta en propietario.
Para ganar su beneficio diario, el conductor de taxi, aparte de los costes fijos de gasoil y el alquiler del coche, debe tener en cuenta otros costes adicionales. Con suerte, después de pagar todos los gastos fijos, le quedará lo suficiente para pagar algún “lujo”, como comida o casa.
Durante una jornada normal de trabajo, se pasará la mayor parte del tiempo recogiendo y dejando a gente en diferentes lugares. Desde la emisora se indicarán puntos de recogida a los taxistas, o ellos mismos encontrarán pasajeros, simplemente recorriendo zonas estratégicas de la ciudad, o en una parada de taxis.
Una vez con los pasajeros en el taxi, se les deberá llevar lo más rápido posible a algún lugar, por lo que será necesario conocer y comprender los sistemas de carreteras y los patrones de tráfico de la zona en que se trabaje. Preguntar al cliente casi nunca será la mejor opción.
Cartilla de taxi
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Buen servicio al cliente
El buen servicio al cliente constituye gran parte del trabajo. No es necesario tener don de gentes para ser taxista, pero realmente ayuda. Los conductores de taxi se encuentran cada día con personas de todo tipo. En un momento pueden llevar a algún pasajero a un funeral, e inmediatamente después, incluso en el mismo lugar, recoger a un grupo de estudiantes que vayan de fiesta.
A ningún pasajeros le gusta ver como el taxímetro sigue subiendo, mientras espera atascado en medio del tráfico, pero hay veces en que no se puede remediar, de manera que el taxista hace lo que cualquier padre con su bebé que llora: distraerlo. Muchos taxistas tienen la capacidad de hablar en voz baja, de casi nada, durante horas.
Por otra parte, conducir un taxi en Nueva York es considerado uno de los trabajos más peligrosos. Si se deben pasar diez horas o más cada día, conduciendo por una ciudad congestionada, seguro que se encontrarán muchas oportunidades de sufrir accidentes con otros automóviles, con peatones, con guardarailes, o lo que sea.
Igualmente, los taxistas suelen llevar cantidades grandes de dinero en metálico, por lo que si, circulando, levanta la mano un tipo sombrío, con sonrisa espeluznante y un hacha en la mano, mejor no parar.
Nuevos tiempos
El trabajo de conductor de taxi, ha sido una buena opción durante la mayor parte del siglo pasado, sin embargo, gracias al GPS y al gran número de aplicaciones digitales, el sector se encuentra dentro de una completa agitación.
Los mismos vehículos están cambiando, convirtiéndose pequeñas cápsulas de confort, mientras que los servicios de viajes compartidos, sin necesidad de licencia y de propiedad privada, se están convirtiendo en empresas de taxis profesionales muy rapidamente.
Para aquellos a quienes les gusta conducir y la relación con personas extrañas, trabajar como conductor de taxi, seguramente sea una buena opción. No habrá dos días exactamente iguales, se acabarán conociendo todas las calles secundarias de la ciudad y se coincidirá con gran cantidad de gente peculiar.
Sin embargo, siempre se debe tener en cuenta que los pasajeros le están confiando sus vidas, así que es importante llevarlos a donde sea que vayan, de la mejor manera posible… aunque tampoco se arriesgue demasiado.
Y, por favor, siempre tener en mente que el interior del coche debe dar buena sensación. Nadie quiere viajar en un vehículo que se parece y además huele a una habitación cerrada.